Este modelo posee tanto de alta relojería como del más puro diseño, y se presenta en cuatro modelos:
1- El Rolex Prince, en oro blanco 18 quilates y la esfera “godron” plata. (ref. 5441/9)
2- El Rolex Prince, en oro amarillo 18 quilates con una esfera “clou de Paris” champán, con contadores mixtos, números romanos para las horas y los minutos y números árabes para los segundos (ref. 5440/8 – foto)
3- El Rolex Prince, en oro rosa 18 quilates con esfera negra y rosa, “rayon flammé de la gloire”. (ref. 5442/5)
4- El Rolex Prince, en oro blanco 18 quilates con esfera “rayon flammé de la gloire” bicolor negra y plata. (ref. 5443/9)
El Rolex Prince al ser rectangular, utiliza todo el espacio existente para asegurar sus cualidades de precisión y de eficacia. En el lado anverso, la esfera marca la pauta por la superposición del contador de horas y minutos al de segundos.
La caja está diseñada como un fuselaje, ya que el fondo es transparente para que adquiera todo su sentido la decoración del movimiento a juego con el de la esfera.
Por su parte, el brazalete de cuero incluye por vez primera un cierre mariposa que perfecciona el equilibrio de cada pieza.
La historia de Rolex está estrechamente vinculada con el espíritu pionero de Hans Wilsdorf, que comienza con una sociedad de distribución de piezas de relojería, y finalmente en 1919, funda Montres Rolex SA, en Ginebra.
Desde hace casi cien años, Rolex se ha forjado a lo largo y ancho del mundo una sólida reputación de calidad. La superioridad técnica de sus relojes, conocida y reconocida, demuestra la exigencia de una empresa que ha conmocionado de forma radical el panorama relojero del siglo veinte.
Un Rolex consiste simplemente en afirmar su vinculación con unos valores que apreciamos: tradición, elegancia y calidad.