Durante su conferencia, Joseph Crump, mostró su punto de vista respecto a los cambios que se están produciendo en las sociedades latinoamericanas. El vicepresidente de Estrategia y Planning de Razorfish Worldwide presentó algunas características para identificar al público y para ayudar a las agencias a llegar a ellos.
Crump fue el primero en inaugurar el Ciclo de Conferencias de El Ojo de Iberoamérica 2010, a través de su charla “La estampida: conozca a la nueva clase media digital”. A sala llena, el creativo mostró el trabajo realizado en Argentina, Brasil y México y habló sobre las claves que se deberán tener en cuenta para alcanzar una mayor conexión con ellos y establecer mejores campañas.
“Razorfish cree que los que viven del lado de la favela son más digitales que los que viven del otro lado. A medida que la gente vaya entendiendo el poder que representa ese nódulo, la revolución va a suceder”, sostuvo Crump quien, además, agregó que –en poco tiempo- las diferencias de acceso entre las clases irá desapareciendo y que “lo que antes se conocía como clase baja cada día se acerca más a la clase alta desde lo digital”.
Crump aseguró que existe un profundo estereotipo de la Clase C que lo relaciona con la pobreza, la falta de educación y la cercanía a la televisión. Sin embargo, el publicista sostiene que esto es incorrecto y que, salvo que se repiensen nuevas características, no se va a poder conectar bien con ese grueso de la población. “La NCMD (Nueva Clase Media Digital) es realista. Entiende que se va a tener que educar por mérito propio, a través de Internet. Están contentísimos de ser lo que son y, aunque no lo sepan, son grupo de consumidores target para cualquier marca”, sostuvo Crump. Asimismo, contó que la NCMD controla cómo se comunican las marcas y que es responsabilidad de los líderes de la industria entender eso.
Para llegar a todas estas conclusiones, Crump y su equipo de trabajo tuvieron que meterse en las favelas de Río de Janeiro durante cinco meses y relacionarse con los habitantes del lugar. Lo mismo sucedió en México y Argentina. “Los datos eran escasos. Sabíamos que si necesitábamos información, teníamos que entrar. Ha sido para todos una oportunidad inigualable”, aseguró el vicepresidente de Razorfish.
Durante el análisis, el equipo de trabajo pudo distinguir algunos prototipos dentro de la NCMD. Entre ellos, está el digi-nativo, alguien que no puede ni pensar en no estar conectado; los e-ntusiastas, personas que han encontrado en la tecnología la puerta de entrada al alfabetismo; los escaladores; padres que han aprendido de sus hijos y han podido insertarse en el mercado laborar gracias a ello; entre otros.
“La NCMD gasta plata de manera sorprendente. En lugar de invertir o ahorrar, se compran un traje, una computadora más nueva para que los chicos hagan la tarea, compran maquillaje. Invierten en vida real”, aseguró Crump. En Brasil, por ejemplo, la nueva clase digital usa Internet para formarse y los programas digitales están explotando: cientos de escuelas apuntan a la educación digital y se abren para dar lugar al HTML. “La Clase C se va a comer a la clase A. Piensen en la transformación que esto implica a nivel cultural”, finalizó.