La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad prevenible y tratable, caracterizada por limitación de flujo aéreo y que no es completamente reversible. Afecta a más de 600 millones de personas en el mundo y se asocia a una reacción inflamatoria anómala de la vía aérea frente a partículas nocivas o gases, causada principalmente por el tabaco”, afirma la Licenciada Roxana Guida jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Zonal Especializado en Agudos Crónicos “Dr. Antonio A. Cetrángolo”.
Nutricia-Bagó, la primera empresa argentina dedicada exclusivamente a la nutrición especializada, junto con el área de Nutrición del Hospital “Dr. Antonio A. Cetrángolo”, ha desarrollado una “Guía Alimentaria para pacientes con EPOC”, con el objetivo de demostrar la importancia de una buena alimentación y una mejor calidad de vida.
Es muy común que las personas que padecen EPOC sufran alteraciones de peso, generalmente acompañadas de una disminución de la masa muscular y aumento de la masa grasa.
“Al consumir más oxígeno, y a mayor trabajo respiratorio, el organismo necesita más energía y nutrientes específicos para cubrir las demandas metabólicas del organismo””, sostiene la especialista.
La Dra. Guida afirma además que “a medida que la enfermedad avanza, hay mayor deterioro del estado nutricional y de la calidad de vida, lo que aumenta el riesgo de padecer desnutrición y enfermedades como la neumonía y osteoporosis. La prevalencia de depleción nutricional es del 20-35% en pacientes con EPOC estable y puede alcanzar hasta el 70% en la insuficiencia respiratoria aguda o en aquellos pacientes que esperan un transplante pulmonar. La pérdida no intencional de peso y de masa muscular en la EPOC condicionan un peor pronóstico de enfermedad”.