A través de una serie de charlas destacadas y de foros abiertos, surgieron diversos temas importantes, entre los que se incluyen:
- Nuevas investigaciones que muestran que niveles menores de deshidratación tienen un impacto significativo sobre el rendimiento.
- La sed considerada en forma aislada no es un indicador confiable de la necesidad de hidratación.
- Mejorar los hábitos de hidratación podría ayudar a disminuir los costos de salud.
- Nuevas herramientas reveladas para ayudar con la implementación práctica.
Cambio pequeño, impacto grande
El profesor Lawrence Armstrong, especialista en fisiología deportiva y experto en hidratación, presentó nuevas investigaciones en la reunión que demostraron la importancia de mantener los niveles de hidratación. La presencia una deshidratación del 1,5% en un grupo de voluntarios sanos tuvo un efecto importante sobre su estado de ánimo y su rendimiento cognitivo. “La sed tiende a no aparecer hasta que tenemos una deshidratación entre 1 y 2 %, de modo que este estudio confirma que, incluso cuando las personas no estaban conscientes de su grado de deshidratación, ya estaban experimentando su efecto adverso. Esto resalta la importancia de una buena hidratación regular, independientemente del sexo”, concluyó Armstrong.
El mantenimiento de los niveles de hidratación protege la salud renal
El profesor Ivan Tack, un especialista en fisiopatología renal del Hospital de Rangeuil, en Toulouse, también destacó la importancia de beber suficientes líquidos: “Beber suficientes líquidos para prevenir la sed y para obtener una orina transparente todo el día permite al organismo librarse de los desechos solubles y ayuda a protegerse contra problemas como los cálculos renales y las infecciones urinarias”, dijo Tack.
Los malos hábitos de hidratación tienen consecuencias sociales y económicas
Los malos hábitos de la dieta y el estilo de vida se esconden atrás de muchos de los problemas globales emergentes. Hoy en día, en China, más de 4% del PNB total se gasta en el tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad, incluyendo enfermedad coronaria y diabetes. “Aunque la situación crítica del problema de la obesidad es ampliamente reconocido en EE.UU., México y el Reino Unido, podría tratarse de un fenómeno global dentro de diez años, a menos que se estimulen cambios fundamentales en los hábitos dietarios y de ejercicios. Un movimiento para alentar la opción de agua como alternativa a las bebidas azucaradas haría una enorme diferencia que ayudaría a mitigar esta pandemia creciente,” explicó Barry Popkin, profesor de nutrición de la University of North Carolina.
La incidencia creciente de las infecciones urinarias y cálculos renales son otra tendencia molesta y costosa para los servicios de salud. La alta concentración de la orina es un indicador reconocido y, nuevamente, se propuso estimular el consumo de agua para evitar la recurrencia y como una posible contribución para la prevención.
Una ayuda para los profesionales de la salud para tratar este área
“Las soluciones presentadas en el día de hoy ofrecen apoyo a los profesionales de la salud para comenzar a conversar con los pacientes sobre los hábitos saludables de hidratación. Los elementos simples e interactivos de cada herramienta se presentarán a los pacientes para brindarles conocimientos para asumir la responsabilidad en su viaje hacia un estilo de vida más sano,” dijo David Haslam, un especialista del grupo de trabajo H4H, GP y presidente del Foro Nacional sobre Obesidad del Reino Unido.
Para obtener más información sobre el evento, puede ver el informe en video que se encuentra disponible en la sección para profesionales de la salud del sitio Web de Hidratación para la salud: http://www.h4hinitiative.com/videos/2nd-annual-h4h-scientific-meeting/