Ahora, en Estados Unidos, la primera red a escala continental vigilará de manera simultánea estos y más de 500 aspectos adicionales de los ecosistemas complejos, desde el tiempo hasta la genética de los seres vivos.
La Red Nacional de Observación de Ecosistemas, denominada NEON, recibirá fondos de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF) para generar y recolectar datos a través de la red. Se recabarán datos todas las horas del día y todos los días durante los próximos 30 años.
«La esencia de NEON es observar los cambios y las tendencias de los factores que influyen en los sistemas vivientes y los sistemas vivientes en sí mismos», dijo David Schimel, director ejecutivo de NEON, a America.gov.
Los productos de NEON estarán disponibles de manera gratuita en Internet para cualquier -científicos, funcionarios, maestros, estudiantes y ciudadanos de todo el mundo- que desee entender los efectos del cambio climático, el cambio en el uso de la tierra y las especies invasivas en la ecología (el estudio de la relación entre los organismos y sus entornos).
«Hemos realizado observaciones del medio ambiente durante mucho tiempo, sistemáticamente en algún sentido desde principios del siglo pasado. En Estados Unidos, tenemos cientos de programas de observación medioambiental», indicó Schimel.
Estos programas, desde los inventarios de bosques o estudios sobre la reproducción de aves y los registros del clima, históricamente se han diseñado para responder un tipo de pregunta.
«Uno de los problemas que encaran los investigadores y los organismos de administración de tierras es que todos los sistemas de observación se diseñaron en torno a las preguntas del pasado», explicó Schimel. «Aunque proporcionan bastante información, no fueron realmente concebidos para entender cómo reaccionarán en un mundo que no se asemeja al del pasado».
PREGUNTAS ACTUALES
Pendiente de la aprobación del presupuesto de la NSF por parte del Congreso, la creación de las partes de la red correspondientes a la observación terrestre y aérea comenzará en el año 2011 y se concluirá para el 2016.
Para demostrar cómo están vinculados causas y efectos del cambio ecológico, NEON recolectará datos de 60 sitios. Veinte de ellos serán emplazamientos centrales de terrenos vírgenes -bosques, praderas, praderas alpinas y otros- donde la gente no interfiere con el medio ambiente. Asociados con cada sitio, habrá dos sitios gestionados de manera intensiva donde exista mucha actividad humana. Por ejemplo, se cotejará la agricultura con praderas, o la producción de madera con bosques de edad madura.
De los 60 sitios, señaló Schimel, 36 tendrán elementos acuáticos, como lagos o arroyos.
«Muchos de los sitios en los que colocaremos instrumentos tienen largos legados de investigación», afirmó Schimel. «Algunos están entre los principales sitios de investigación de todo el país. Otros son sólo lugares en terrenos privados o federales».
Harvard Forest (Bosque de Harvard), en el estado de Massachusetts, ha sido un sitio de investigación durante casi 100 años. Un sitio en Arizona, el Santa Rita Experimental Range (Campo Experimental de Santa Rita), actualmente operado por la Universidad de Arizona, fue establecido en 1903 como uno de los primeros sitios de investigación del Servicio Forestal de Estados Unidos.
La red también realizará mediciones desde el aire.
«Estamos construyendo tres sistemas de aeronaves que recopilarán datos únicos sobre sistemas vivientes abarcando extensiones mucho más grandes de las que podemos medir en la tierra», indicó Schimel, que fue uno de los principales científicos terrestres del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) por 16 años y colaborador del Cuarto Informe de Evaluación 2007 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ( http://www.ipcc.ch/home_languages_main_spanish.htm ) (IPCC).
«Uno nos proporciona un panorama muy detallado sobre la variación de los sistemas ecológicos y vivientes con el transcurso de los días, estaciones y años», explicó. «El otro nos da una imagen de la variación regional».
Dos aeronaves reunirán datos sobre cada sitio una vez al año, durante la primavera, y la tercera estará disponible para otros estudios.
«Si se construyeran ahora, estoy seguro de que [la tercera aeronave] estaría en el Golfo, debido a que la tecnología que estamos utilizando es ideal para observar no sólo petróleo en el mar -la aeronave equivalente de la NASA se encuentra ahí ahora mismo- sino también los efectos de alteraciones como derrames de petróleo, huracanes e incendios forestales», explicó Schimel. «Consideramos que era importante contar con una aeronave que estuviese disponible para responder a incidentes sin tener que arriesgar el programa de observación a largo plazo».
La red tiene sólidas alianzas con la mayoría de las agencias federales que se dedican a cuestiones del medio ambiente y con docenas de universidades que realizan investigaciones sobre el medio ambiente.