En un evento especial realizado el 27 de abril en Capitol Hill en Washington en honor del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra el 3 de mayo, CIMA, con el apoyo del Grupo del Congreso de Estados Unidos para la Libertad de Prensa, auspició un panel de debate que duró toda la mañana, titulado «Comentaristas de blog tras las rejas».
«La batalla por la libertad de prensa ahora se lleva a cabo en línea», dijo Robert Mahoney, un experimentado periodista internacional y vicedirector del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). En su censo de las cárceles 2009, el CPJ encontró que por lo menos 68 comentaristas de blog (reporteros que publican sus noticias en la Web) así como cibereditores, se encuentran arrestados en todo el mundo, lo que constituye alrededor de la mitad de todos los periodistas que actualmente están encarcelados, explicó.
Los periodistas en línea son especialmente vulnerables a la persecución, expresó Mahoney, debido a que la mayoría de ellos son escritores independientes que no cuentan con la protección de una empresa de medios establecida que tenga los recursos legales y los contactos políticos para mantenerlos fuera -o sacarlos- de prisión. Los comentaristas de blog que no son muy prominentes en el escenario internacional son especialmente vulnerables a la intimidación, al secuestro y cosas peores, agregó.
No son sólo los gobiernos represivos los que persiguen a los ciberperiodistas, indicó Mahoney. Poderosas pandillas buscan silenciar a comentaristas de blog que se atreven a poner al descubierto las actividades ilegales de organizaciones delictivas, añadió.
Los regímenes represivos pueden suspender el uso de Internet más fácilmente que cerrar organizaciones noticiosas, según Mahoney. Sistemas de filtros, cortafuegos y presionar a los proveedores de servicios son sus mecanismos para suprimir la libertad de expresión, explicó, y agregó que los proveedores de servicio de Internet tienen poca motivación para proteger a los periodistas en línea.
Las tácticas para silenciar a los ciberperiodistas difieren según el país, dijo Robert Faris, director de Investigación del Centro Berkman de Internet y Sociedad de la Universidad de Harvard. Por ejemplo, los filtros en Internet son comunes especialmente en Siria, mientras que en Egipto no se intenta bloquear el acceso a Internet sino que se persigue a los ciberperiodistas mismos, mencionó.
Faris indicó que los gobiernos represivos se están volviendo más sofisticados en el uso de Internet para suprimir la libertad de expresión. Por cada comentarista de blog que ponen en la cárcel, se crea en otros un «efecto escalofriante» real, aunque no documentado. Aún así, los comentaristas de blog en general han tenido éxito en expandir diálogos políticos aceptados que los medios informativos tradicionales no abordan, agregó Faris.
De acuerdo con Tienchi Martin-Kiao, presidenta del centro independiente chino PEN, una organización sin fines de lucro que apoya la libertad de prensa en China, el gobierno chino ha desarrollado un sofisticado sistema de filtros diseñado para alertar sobre palabras que considera incitan al desorden. No obstante, comentaristas de blog chinos y sus lectores, agregó, han evitado la censura al desarrollar su propio lenguaje – una especie de «vocabulario electrónico» usado para criticar al gobierno a la vez que se evade a la «policía de Internet». Pero es un juego del «gato y el ratón», reconoció Martin-Kiao, porque el gobierno chino con frecuencia puede hacer que comentarios en blogs que no sean de su parecer desaparezcan en cuestión de minutos tras su publicación.
Omid Memarian, un periodista iraní y comentarista de blog que en 2004 pasó tiempo en prisión por su labor, dijo que muchos ex funcionarios iraníes se han convertido en comentaristas de blog para criticar al gobierno actual. «Entre más personas tengan acceso a Internet y a la [libre] expresión, más se puede presionar al gobierno» por el cambio, explicó. Memarian destacó que los activistas de blogs necesitan acceso a sitios web intermediarios, o proxy, con seguridad en línea para evadir la supresión del gobierno.
Sin embargo Faris señaló que la evasión tecnológica es sólo una solución a corto plazo. «Este es un problema político que necesita una solución política», expresó Faris. El combatir la censura en Internet, agregó Mahoney, requiere de un compromiso internacional.
La administración Obama, por su parte, está infundiendo nuevo vigor al Grupo Especial de Libertad Mundial de Internet ( http://www.america.gov/st/washfile-spanish/2006/December/20061221173358sj2.422512e-03.html ) como un foro para abordar las amenazas contra la libertad de Internet en todo el mundo. La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, en un discurso pronunciado en enero ( http://www.america.gov/st/democracyhr-spanish/2010/January/20100121155015eaifas0.1327326.html ), declaró que Estados Unidos insta a las compañías de medios de comunicación estadounidenses a que adopten un papel proactivo en desafiar las demandas de los gobiernos extranjeros de censura y vigilancia.
«El sector privado comparte la responsabilidad de ayudar a salvaguardar la libertad de expresión», dijo Clinton. «Y cuando sus tratos comerciales amenacen con socavar esta libertad, deben considerar lo que es correcto, no simplemente lo que redundará en una ganancia rápida».
Clinton también indicó que la administración Obama está «alentada» por el trabajo que se realiza por medio de la Iniciativa de Red Mundial, que es una labor voluntaria de parte de compañías de tecnología que trabajan con organizaciones no gubernamentales, expertos académicos y con fondos de inversión social para responder a las demandas de censura de los gobiernos. Como parte del compromiso del gobierno de Estados Unidos de apoyar la participación responsable del sector privado en cuanto a la libertad de información, el Departamento de Estado convocó una reunión de alto nivel en febrero, con el fin de reunir a firmas que proveen servicios de red y hablar acerca de la libertad de Internet.
Jane Morse, redactora del Servicio Noticioso de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos