A fines de 2006, la compañía firmó un acuerdo con Silkers para la gestión social y ambientalmente responsable de los desechos provenientes del negocio de la telefonía móvil, como carcazas plásticas o metálicas, cargadores, cables, transistores y circuitos impresos e integrados.
Esta iniciativa se suma a su Programa de Recolección y Reciclado de Baterías, que, desde su lanzamiento en diciembre de 1999, ya lleva recicladas más de 2.500.000 unidades.
Las baterías utilizadas por los teléfonos móviles tienen una vida útil y pueden ser contaminantes si no se es cuidadoso con su destino final. Además, los materiales que las componen son valiosos y se pueden recuperar para volver a utilizar en procesos industriales y en la fabricación de nuevas baterías.
En ese sentido, los edificios y oficinas comerciales de la empresa cuentan con buzones especialmente diseñados, donde los clientes y no clientes de movistar pueden depositar sus baterías agotadas, que luego son enviadas al proveedor Silkers para su posterior reciclado.