Flga. Marcela Cardozo, Docente del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza, afirma que en el intercambio de miradas entre el bebé y su madre, en el llanto del bebé que su madre interpreta, el niño va estableciendo un modo de comunicación adecuado y acorde a su edad cronológica.
El bebé cuando nace necesita alimentación, sostén, cuidados y miradas. Esa mirada embelesada de la mamá, cuando le da el pecho o la mamadera saciándole nada más ni nada menos que el hambre, esa mirada lo va creando, y su voz lo calma y lo introduce en un mundo de hablantes, donde cada objeto tiene un nombre .
No solo es importante hablarle sino como hacerlo. Esas palabras acompañadas de la mirada que lo sostienen al bebé.
El papel de la mirada
En el desarrollo emocional del individuo, dice Winnicott, el precursor del espejo es el rostro de la madre. (Rostro espejo, mirada-imagen, voz y eco) Es en “LA MIRADA CREADORA” que el niño tiene acceso a su plenitud. Una madre vuelve a crear a su hijo cada vez que lo mira con admiración, feliz quien viene de ella, siempre más hermoso, más inteligente que ella.
Un padre vuelve a crear a su hijo cada vez que lo mira con orgullo, portador de todas las esperanzas que quizás el no ha podido realizar.
En el mismo sentido, con el intercambio de miradas, de voces y la atención hacia el niño establecemos una comunicación con él. Por ej.: al cambiarlo le decimos: “hiciste caca mi amor, te limpio así estás más cómodo”.
¿Por qué es importante esto?: le está prestando un “decir”, “su significación”; no alcanza el alimento para que el ser humano viva, debe ser alimentado con algo más, un mucho más que es esa posición simbólica donde lo ubica en el lenguaje, sin esto por más comida que le demos, ¡muere!. Y hay muchas formas de morir, no es lo biológica la única muerte. Muchas veces un diagnóstico de sordera, parálisis cerebral, trastorno generalizado del desarrollo, disfacia, etc. provoca una ruptura feroz de la red simbólica de tal suerte que todo lo soñado, imaginado sobre este niño cae.
En varias entrevistas con padres de niños con dificultades del lenguaje, los mismos preguntan si estas dificultades de comunicación de su hijo son derivadas de algún problema orgánico. Es en esta circunstancia donde nosotros, como terapeutas del lenguaje, debemos revisar en su historia familiar el lugar que ocupa ese niño y si se han comunicado con él. Porque en muchas entrevistas con padres ha surgido la pregunta ¿Cómo a un bebé hay que hablarle? ¿Qué entiende?. Entonces volviendo a conceptos ya citados, ese bebé que nadie le habla nadie le presta su significación, ¿Cómo arma su lenguaje? Es ese silencio conmovedor el que lo deja fuera de la comunicación.
Caso:
Llega a consulta un niño de 4 años con cuatro palabras y un nivel de comprensión no adecuado a su edad cronológica. Su mamá le traducía todo, igual que la hermana tres años mayor que él, y su papá no comprendía nada. Un padre angustiado por no poder comunicarse con su hijo, y me pregunta en una de las entrevistas para padres, “¿algún día mi hijo me va a pedir jugar a la pelota conmigo?”
Hubo un trabajo importante de los padres y una apuesta fuerte a este niño. Al finalizar el tratamiento no solo jugaba a la pelota con el padre sino que van a la cancha juntos, dice el papa “salida de hombres”. Un detalle importante fue que el niño un día me plantea el alta porque estaba cansado de venir y si bien ya no presentaba dificultades en su comprensión, su expresión era muy buena salvo algún fonema que le costaba adquirir pero se encontraba en proceso.
Me pareció importante poder escucharlo ahora y colocarlo en el lugar de “lo lograste”, ya podes comunicar tu deseo, nadie habla por vos, desde ese lugar ese fonema que se ausentaba a veces ya no lo hará más. Ya es ese niño hermoso y precioso que sus padres DESEARON.
Debemos estar atentos no solo en la alimentación, vestido, limpieza, sino también alimentarlo simbólicamente, darle un espacio y sostén. El lenguaje es vida, vuelo, energía profunda del ser al encuentro de los otros seres.
– Acerca del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza
La Fundación Buenos Aires y la Asociación Argentina de Puericultura -a cargo de Laura Krochik- presentan el “Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza”. El mismo surge a partir del encuentro de un grupo interdisciplinario de profesionales que se plantean la necesidad de pensar la crianza y el trabajo con los niños y sus familias desde un lugar preventivo, con el objetivo de ver con anticipación las necesidades y características de los niños actuales.
El objetivo de esta propuesta es capacitar y brindar las herramientas para reflexionar acerca de la importancia de los primeros años de la vida, desde la perspectiva integradora. Los principales ejes conceptuales incluidos son:
– Concepción, embarazo y parto
– Puerperio
– Lactancia
– Fusión emocional y corporal
– Psiquismo infantil
– Vínculo temprano y apego
– El llanto
– El sueño infantil
– La alimentación
– Crianza: Los primeros años
– El juego
– Maternidad y paternidad en situaciones especiales
– Prevención
– Rol profesional
El programa está destinado a: docentes, psicólogos, psicoterapeutas, psicopedagogos, puericultoras, médicos, enfermeras neonatales, pediátricas, fonoaudiólogos, kinesiólogos infantiles, terapeutas corporales, psicomotricistas, trabajadores sociales, parteras, instructoras en psicoprofilaxis, obstétricas, doulas, counsellors, psicólogos sociales, directivos de instituciones educativas, juegotecarios, coordinadores de juego, recreadores, estudiantes avanzados de las mencionadas carreras, otras afines, padres, madres, y todas aquellas personas interesadas en capacitarse de manera interdisciplinaria en el área de la Primera Infancia.
Informes e inscripción: formacion@fundacionbsas.org.ar