Producido por Time For Fun, La Bella y la Bestia se presenta en el remodelado y rebautizado Teatro Citi, que no es otra cosa que el viejo y mítico Teatro Ópera. El cambio de nombre nació tras una iniciativa de la alianza del Citi Bank con T4F (Time For Fun) para responder a las diversas propuestas artísticas que se vienen promoviendo en ambos grupos desde hace ya tres años.
Vale destacar que quienes lleguen hasta el viejo Ópera notarán un gran trabajo de restauración y puesta en valor de las instalaciones, en un proyecto que estuvo a cargo del escenógrafo y arquitecto argentino Aleberto Negrín. Con el resultado obtenido de estos cambios se ha pretendido destacar el espíritu art decó de los años 30 para que el público se sienta como en las más prestigiosas salas del mundo, pero en Buenos Aires.
Protagonizada por Martín Ruiz (Bestia), Magalí Sánchez Alleno (Bella), Federico Moore (Gastón) y Carlos Silveyra (Lumière), La Bella y la Bestia es una adaptación de un tradicional cuento de hadas europeo cuya primera versión publicada fue obra de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, en 1740, aunque otras fuentes atribuyen a Giovanni Francesco Straparola la recreación de la historia original, en 1550. La versión escrita más conocida fue una revisión muy abreviada de la obra original de Villeneuve, publicada en 1756 por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont.
La espectacularidad de la obra presentada en el Citi se traduce en los cuarenta artistas que pueblan la escena, la gran orquesta en vivo y un diseño del escenario cargado de imaginación y deslumbrantes efectos especiales. Además, vale destacar los más de 200 cambios de vestuario, los 300 pares de zapatos, las 250 pelucas de cabello natural y los 32 cambios de escenografía que se conjugan para dar vida a la tierna historia de amor entre Bella y Bestia y logranm introducir al espectador en un mundo de fantasía, magia y sorpresa.
El montaje original es una versión ampliada de la historia de Linda Woolverton, con nuevas canciones de Alan Menken y Tim Rice con dirección de Rober Jess Roth y coreografías de Matt West.