Con circuitos pre-establecidos, el entrenamiento incluye situaciones con distintas exigencias, saltos, fuerza de brazo, sprint, fuerza de piernas, trepar árboles, llevar gomas sobre la cabeza, cortar leñas con hachas, escalar con sogas de distintas dificultades, estocadas, saltos de rana, saltar a la soga, box, correr por el barro o el agua, trabajos de elongación, entre otros.
Con mujeres “camufladas” saltando a la soga o haciendo sentadillas, el Boot Camp cobró cierta popularidad con series como “Desperate Housewives”.
{mosimage}Pero no sólo lo practican las mujeres: cada vez son más las empresas que contratan servicios de “boot camp” para sus ejecutivos, con el propósito de formarlos en su carácter y toma de decisiones. Según Tangona, entrenador personal profesional que introdujo esta disciplina hace 5 años, “el Boot Camp pone a prueba la personalidad, el espíritu de superación, la actitud para aceptar órdenes bajo situaciones especiales y no dejarse vencer por los posibles obstáculos que se presentan. Al finalizar esta experiencia, se forja un temperamento especial ante situaciones delicadas”.
Los resultados, según los instructores Tangona y Migone, se ven en un corto lapso:
Descenso de hasta 7 kilos de peso;
Reducción de 2,5 cm hasta 15 cm de contorno corporal;
Mejora del sistema inmune y reducción de enfermedades;
Entre 25 y 100% de aumento de la fuerza y la resistencia;
Soluciona problemas de ansiedad y problemas del sueño.
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