Julio Steverlynck, su fundador, se inspiró en la encíclica Rerum Novarum para implementar derechos del trabajador que recién se legislarían en la Argentina décadas más tarde. Su filosofía sigue hasta nuestros días y se puede resumir en: «Dios, Patria, Hogar, Paz y Trabajo». En el 95 la fábrica quebró, pero el pueblo y sus instituciones se mantuvieron, como la banda de música Rerum Novarum, que siguió tocando. Hoy, la vieja Algodonera es un parque industrial pyme con más de 25 empresas donde trabajan cerca de 1000 personas.
La empresa editorial Epyca presenta esta historia, con fotos antiguas y actuales en “Hecho en Flandria”. En este libro se expone el pasado, el presente y la proyección a futuro de Jáuregui, un pueblo marcado por el ruido de los telares y sus valiosas instituciones.
La publicación intenta ser el reflejo del país, a través de la fuerte historia que ofrece Jáuregui, desde sus descampados inicios con la explotación agrícola del Molino de José María Jáuregui; el vertiginoso crecimiento industrial de Algodonera Flandria; el duro golpe que implicó la quiebra; la resistencia del pueblo y el resurgir a partir del tesón de los vecinos y los proyectos productivos pymes relacionados, en la mayoría de los casos, con la industria textil.
“En los años en la que estuvo cerrada la Algodonera Flandria se perdieron cerca de 50 millones de horas de especialización textil, nosotros intentamos recuperar ese espíritu, aunque la lucha es diaria y la importación indiscriminada nos acecha”, explicó Carlos Disforti, titular de Algoselan y presidente del Parque Industrial Villa Flandria.
“La Algodonera Flandria era una empresa paternalista, y nosotros queremos seguir en esa línea, pero somos un papá pobre, llenos de necesidades”, destacó Disforti.
Con un diseño ágil, se relatan también las historias de las instituciones sociales, deportivas y culturales que nacieron y crecieron al amparo de la algodonera fundada por Julio Steverlynck y del desafío que implicó la apertura del Parque Industrial Villa Flandria.
“Para la recopilación contamos con la colaboración de los historiadores Claudio Tuis y Mariela Ceva, fundadores del Museo Textil, así como ex-obreros de la Algodonera, vecinos y familiares de Julio Steverlynck”, explicó Sebastián Stupenengo, editor de “Hecho en Flandria”.
Sus más de 100 páginas combinan una destacada calidad de impresión en sus imágenes con la riqueza de los textos elaborados por un joven grupo de periodistas locales: Horacio Papaleo, Nicolás Grande y Gustavo Charino; además del lente del fotógrafo Ariel Viccharino y la dirección comercial de Natalia Gigante.
“Hecho en Flandria” será distribuido en todo el partido de Luján y en las principales librerías de Capital Federal, como Cúspide, Ateneo, Yenny, Galerna y Santa Fe.