Además de la donación de los litros de producto necesario para proteger por más tiempo las casas construidas y de los materiales para la pintura, algunos voluntarios de Cetol se sumaron al equipo de “Un Techo para mi País” para colaborar con el pintado de las casas. Alimentos no perecederos recolectados entre los empleados de la Compañía fueron donados para el comedor de la Fundación Tupambaé, un punto de encuentro para todos los chicos de la comunidad.
Un equipo de cerca de 500 voluntarios universitarios de “Un techo para mi país” construyó en diferentes barrios de Maquinista Savio, estas 50 casas de madera que formaron parte del 3er Pintatón Cetol. Esta acción benefició a alrededor de 300 personas de bajos ingresos, de las cuales más de 200 son niños y jóvenes menores de 18 años y entre los cuales el promedio es de 6 habitantes por casa.
El proyecto solidario de la Pintatón se inició en 2006, cuando Akzo Nobel realizó, también en conjunto con Un Techo Para Mi País, una actividad de similares características en Villa Hidalgo, provincia de Buenos Aires. En esa ocasión se pintaron 20 casas y se donó comida para el comedor de la localidad. En el 2007, 29 casas fueron pintadas en barrios de Maquinista Savio además de donaciones de productos no perecederos.
El compromiso de Akzo Nobel con el medio ambiente y la comunidad es de larga data. La empresa adhiere e integra el Programa “Cuidado Responsable del Medio Ambiente” a nivel local e internacional. Además, en espacioCetol se capacitan por mes, en forma totalmente gratuita, más de 200 profesionales de la arquitectura, la decoración y el diseño, así como también pintores, aplicadores y empleados de pinturerías.
Cetol también contribuye con el mantenimiento gratuito de edificios históricos o de gran relevancia pública en todo el país, como el Museo Fader en Mendoza, el Centro Cívico de Bariloche y el Museo Histórico de Santa Fe.