Durante la Jornada Smart Urban Technologies (SUT) promovida por UPCnet se destacó la necesidad de la colaboración entre instituciones como pieza clave para armonizar las inversiones tecnológicas que hacen posible las smart cities bajo una estrategia común.
Representantes de diversas administraciones públicas tuvieron voz en un foro que puso de relieve las importantes ventajas que conllevan las inversiones en infraestructuras y servicios TIC realizadas de forma inteligente y la necesidad imperiosa de no perder el tren de la modernización. En suma, invertir para ahorrar, para una gestión más eficaz de los recursos.
La gestión inteligente, antídoto frente a la crisis
Alrededor de este concepto giraron muchas de las aportaciones realizadas en el SUT, como la experiencia de Sant Cugat en su camino hacia un nuevo modelo de gestión. «El modelo de smart city es la solución a la crisis de las finanzas locales», afirmó con esta rotundidad Jordi Puigneró, teniente de alcalde de Gobernación, Seguridad, Movilidad y Tecnología del Ayuntamiento de esta ciudad.En este sentido se expresaba también Rosa Castro, directora de Innovación de UPCnet, que destacó la necesidad de poner todo este esfuerzo en común utilizando plataformas «en la nube» donde la complejidad se gestione desde las herramientas y simplifique la interacción con el ciudadano. La plataforma Neópolis, desarrollada por la empresa de servicios TIC de la UPC, es un buen ejemplo de este nuevo entorno de e-administración que, además de ser una sede electrónica, incorpora módulos de comunicación, canales 2.0 de participación ciudadana, cuadro de mando e incluso herramientas de e-learning.
BiscayTIK, fundación dependiente de la Diputación Foral de Vizcaya, es otro ejemplo de cómo las soluciones tecnológicamente «ligeras» pueden contribuir a la modernización de la administración local. La iniciativa, presentada en el SUT por el director de esta entidad, Ibon Oñate, ha resultado finalista de los Computer World Awards.
La ciudadanía como expresión de inteligencia colectiva
Más allá de su eficacia en el control de la gestión, las tecnologías smart, combinadas con el acceso abierto a los datos públicos se manifiestan como una palanca multiplicadora de la inteligencia colectiva de los ciudadanos, auténticos protagonistas de las smart cities. Manel Sanromà, gerente del IMI del Ayuntamiento de Barcelona las ha llegado a calificar «de auténticas armas de construcción masiva», en referencia a su capacidad de conectar a los ciudadanos con un entorno físico y virtual cotidiano.