¿Cómo detectar si voy camino a una adicción?

Las etapas hacia una adicción, sea esta al alcohol o a las drogas, son médicamente tres: uso, abuso y dependencia. Cada una de ellas está bien diferenciada por sus características. Sin embargo, las etapas del “abuso” y la “dependencia” tienen rasgos comunes, trazándose un límite muy fino entre una y la otra. ¿Cómo determinar nuestro riesgos ciertos de incurrir en algún tipo de adicción? Ante todo, debemos conocer los síntomas:

ETAPA 1: USO

• El “uso” de sustancias potencialmente adictivas es generalmente ocasional. Es decir, la persona se encuentra de repente con la posibilidad de consumir algo, ya sea alcohol o marihuana, por ejemplo, sin haber ido a ese lugar con el objetivo concreto de hacerlo, sino que a partir de otros objetivos, como el de pasarla bien en una fiesta, de repente le surge la posibilidad de consumir algo y acepta o no. El consumo en este caso es auto-limitado; se produce sólo en esa ocasión y no continúa posteriormente. No tiene consecuencias negativas de ninguna naturaleza, ni físicas, ni sociales, ni familiares.

ETAPA 2: ABUSO

• El “abuso” tiene la característica esencial de que el consumo deja de ser ocasional y empieza a tener cierta frecuencia. Si alguien consume todos los fines de semana, eso ya debe ser considerado como frecuente. No importa la periodicidad de la misma, sino el hecho de que ésta se establezca, sea el consumo todos los días, una vez por semana o una vez por mes. Acá empiezan a haber consecuencias negativas en algún episodio de consumo. Esa es una de las diferencias más claras con la etapa anterior.

• Obviamente que para que haya consecuencias negativas como resultado del consumo, tiene que estar presente un elemento que aparece en esta instancia de abuso: la pérdida del control. Es cuando yo digo que voy a tomar una copa de vino y a lo largo de la noche me termino tomando dos botellas. La pérdida de control se entiende en los términos de que yo mismo me propongo límites que luego no puedo cumplir.

• En el abuso empieza a aparecer un consumo más buscado, premeditado; no de una manera muy obsesiva todavía pero sí ya empieza a verse esta idea en los momentos previos a las ocasiones especiales. En una etapa inicial de uso la persona se predispone a ir a la fiesta para pasarla bien; pero cuando uno empieza a pensar en ir a la fiesta para emborracharse, es que ha cambiado el eje de sus prioridades.

• Acá empieza a haber un esbozo de lo que es la negación: el pensar que uno puede controlarlo. Cuando empiezan a verse consecuencias negativas, que no se dan siempre, empieza esta práctica de la negación; como el decir que no se tomó tanto –en el caso del alcohol- y que uno puede controlarlo y demás.

Características generales de la etapa: frecuencia de consumo, pérdida de control, consecuencias negativas, el consumo ya es buscado, empieza a haber síntomas de negación. También aparece un elemento fundamental: la tolerancia a las sustancias.

ETAPA 3: ADICCIÓN

• En la adicción, en tanto, se visualizan las características típicas de la obsesión, porque la idea de consumir empieza a manifestarse de una manera mucho más reiterada. Por lo tanto, el consumo ya es frecuente o diario. Está la compulsión de que una vez que aparece la idea, la persona sí o sí tiene que consumir. La persona siente que no puede frenar dicho acto.

• Toma más fuerza el concepto de “tolerancia”. Esto es que a partir de que va pasando el tiempo, uno va aumentando la dosis. Del uso a la dependencia pueden pasar meses o años, y en ese tiempo el organismo se va adaptando cada vez más a los procesos de tolerancia, tanto cerebral como hepática.

• Si en esta fase a un paciente se lo priva de una sustancia y éste padece síndrome de abstinencia, ese hecho por sí sólo alcanza para hacer el diagnóstico de dependencia, de adicción.

• Sin embargo es importante aclarar que no todas las drogas generan síntomas de abstinencia. La cocaína y la marihuana, por ejemplo, tienen síntomas muy solapados cuando se deja de consumir.

• Para el caso del alcohol en particular, aparecen las llamadas “lagunas mentales”. Estos son olvidos muy reiterados, que se incrementan mucho más en momentos de consumo, pero que también se dan durante las horas posteriores al mismo. La persona se olvida de dónde dejó estacionado el auto; que ya hizo sus trámites, que ya tomó sus pastillas.

Características generales de la etapa: tolerancia, consecuencias negativas, pérdida de control, obsesión, compulsión, negación y síndromes de abstinencia

¿Cómo detectar cuando el uso de determinadas sustancias va camino al abuso y a la adicción?

• Ante todo por las consecuencias negativas que saltan a la vista, y por la pérdida del control, que va de la mano de dichas consecuencias negativas.

• En realidad todo lo que caracteriza al abuso tiene que llamar la atención. Si yo de repente adquiero una frecuencia en el consumo, debería sentarme y pensar con qué frecuencia lo hacía un año atrás, y con qué periodicidad lo hago ahora.

• En el caso de los adolescentes, el hecho de bajar el rendimiento escolar es una luz de alerta, como así también el hecho de tener inconvenientes repetitivos, con el auto por ejemplo.

• No es fácil que una persona se siente a meditar sobre su condición; eso va a depender de varios factores. Primero, de la personalidad de cada individuo y de su historia (hay algunas personas mucho más permeables a los señalamientos familiares y con mayor capacidad de autoevaluación sin que se baje su autoestima). Entonces, si tenemos una familia que señale rápidamente estos cambios de conducta y la persona es segura de sí misma, no está a la defensiva y tiene buenos vínculos familiares, quizás tome esto, lo evalúe y se dé cuenta de que el tema se le está yendo de las manos y debe ser frenado.

• Si la familia lejos de señalar la adicción la festeja, además de estar frente a una personalidad a la que el consumo facilita algunas cuestiones de rendimiento social o académico, es difícil que esa persona considere que el consumo -por más que le haya generado algunas consecuencias- sea malo, siendo que le da tantos “beneficios”. La persona esa probablemente no se va a cuestionar.

Tendencia negativa

• No creo que el aumento de la incidencia de la droga y el alcohol se esté dando en la última etapa del proceso, sino que en los últimos cinco años se ha incrementado notoriamente en la etapa del abuso.

• Las patologías adictivas en la población mundial son del 10 al 15 por ciento, y eso no ha variado en los últimos años. Pero creo que sí ha aumentado, y mucho –aunque no hay datos concretos- el “abuso” a diferentes sustancias en nuestro país. Por lo tanto tenemos que esperar que a lo mejor de acá a diez años podamos ver un aumento sensible en la incidencia final del proceso.